Gracias Wikipedia por estos quince años ayudándome. Comenzaste siendo mi salvación en trabajos de clase o exámenes y me nutriste de argumentos en conversaciones, haciéndome quedar como un auténtico sabio ante amigos y familiares.
Pero no todo ha sido en el ámbito personal, porque gracias a ti conseguí solucionar alguna crisis reputacional para varias empresas y volví a quedar como un verdadero sabio a los ojos de mis clientes cuando te superé (en pocas ocasiones, eso sí) esa posición número 1 de los buscadores de la que te apropiaste, y que las grandes contribuciones de tus usuarios te dispensaron para seducir a los algoritmos más exigentes.
No sé quién tiene más que corresponder, si tú a los buscadores, o ellos a ti. Te aportan mucho tráfico y visibilidad, sin embargo tú le das prestigio y calidad a sus resultados con tus más de 38 millones de artículos en 287 idiomas (el índice de Google contiene alrededor de 76 millones de URLs).
Eres un referente en cuanto a proyecto en todos los aspectos. Tanto como plataforma libre y gratuita para cualquiera que quiera utilizarte en su proyecto, como por tu diseño y usabilidad o el proceso para solicitar donaciones cada cierto tiempo. Eres tan sobresaliente que nadie más ha tenido la imprudente idea de competir contigo.
Solo me preocupa algo, que las futuras generaciones no aprecien tu valor. Lo que sí hacemos los que vivimos aquella bonita etapa de pasar de las densas enciclopedias en el salón a la Encarta y el Rincón del Vago. Me queda la esperanza que, como me ocurrió a mí, lleguen a darse cuenta con el paso de los años… Eso seguro.