[vc_row][vc_column][vc_column_text]Si hay algo de lo que podemos estar seguros es de que vivimos en una época radicalmente distinta a la de hace 50 años. Pensemos que entonces había pueblos de este país que no tenían ni teléfono o que tenían uno solo; el del bar.
Si echamos la vista un poco más atrás, la gente que nació a finales del siglo XIX murió prácticamente con la misma (y escasa) tecnología que la que había cuando llegó al mundo. No había niños que enseñaran a sus desorientados abuelos a pasar las fotos en una pantalla táctil. No había abuelos que dijeran «pregúntale al cacharro ese, que todo lo sabe». El curso natural del aprendizaje y del conocimiento con su consecuente «estar al día» era el del refrán: «más sabe el diablo por viejo que por diablo». Ya no.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=»1/2″][vc_empty_space][vc_column_text]
[/vc_column_text][vc_empty_space][vc_custom_heading text=»«Soy tu tía, estás ideal«» font_container=»tag:h3|text_align:left|color:%23dd1616″][vc_empty_space][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_custom_heading text=»Aquí un ejemplo de señora 2.0:» font_container=»tag:h5|text_align:left|color:%23000000″ google_fonts=»font_family:Coda%3Aregular%2C800|font_style:400%20regular%3A400%3Anormal»][vc_single_image image=»16268″ img_size=»large»][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]
[/vc_column_text][vc_empty_space][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=»1/2″][vc_single_image image=»16282″ img_size=»full» alignment=»center» style=»vc_box_border» border_color=»black»][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_column_text]También tenemos el modelo señora 2.0 que quiere estar tan dentro que utiliza el slang a tope, da igual si bien o mal: «Sí, sí, me lo mandaron en un tuit por guasap», «mandé un twitter a los de la compañía de teléfonos pero nadie me hizo caso, no sé por qué a ti siempre te hacen más caso»… Yo tampoco sé por qué.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Desde aquí hago un llamamiento de comprensión y paciencia para esas señoras 2.0 que de pequeñas formaban parte de esa generación que se supone que no sabía nada de la vida hasta que creciera, y ahora que han crecido, forman parte de la generación que se mueve en una gran arena movediza de tecnología que las va atrapando. Da igual si se quedan quietas o intentan moverse y aprender, aquello se las va a atrapar igualmente y siempre serán señoras 2.0.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=»1/2″][/vc_column][vc_column width=»1/2″][/vc_column][/vc_row]