¿Sabías lo desprotegidos que estábamos cuando escribíamos un WhatsApp? A pesar de que esta red social estaba considerada como una de las redes más inseguras, no éramos conscientes de esta situación. En este post os explicamos en qué consiste el cifrado que han desarrollado y qué supone para los usuarios de WhatsApp.
El día 5 de abril WhatsApp cifró sus mensajes. Cuando abrimos nuestra aplicación aparecía un mensaje como este:
«Las llamadas y mensajes enviados a este chat ahora están seguros con cifrado de extremo a extremo. Toca para más información.»
Mensaje al que la mayoría reaccionamos sin saber bien qué pasaba. Lo que ocurría era que a partir de ese momento ninguna persona podría leer nada de lo que los usuarios de esta red social escribiesen. Fue en ese momento en el que nos dimos cuenta de lo desprotegidos que estábamos realmente.
- 7 años de vida
- Al menos un billón de usuarios
- Gratuidad
- Seguridad
- WhatsApp Web
- Libre de publicidad
- Disponibilidad en multitud de dispositivos móviles
Este cifrado extremo establece un código que sólo las personas que están manteniendo una conversación son capaces de romper. Este método también se va a aplicar, como el equipo de WhatsApp ha afirmado, a los mensajes de voz, imágenes, documentos, vídeos y a las llamadas. Esto último de reciente implantación en la red social comprada por Facebook. Con extremo se refieren a que nadie, ni si quiera ellos, pueden acceder a toda la información enviada. Esto se consigue mediante un protocolo: el protocolo de cifrado, que genera una clave efímera para cada mensaje.
La pregunta que queda en el aire es, si WhatsApp vuelve a ser gratis, no incluye publicidad y los usuarios vuelven a ser usuarios en vez de dinero, ¿de dónde se va a financiar esta red social? Según la compañía, la forma será la siguiente: “a partir de este año probaremos herramientas que te permitirán usar Whatsapp para comunicarte con negocios y organizaciones. Esto significa comunicarte con tu banco sobre si una transacción reciente fue fraudulenta o con una aerolínea por un retraso de un vuelo». O lo que sería lo mismo: pagar por recibir atención al cliente.