A estas alturas de la película ya habrás oído hablar de Clubhouse, la nueva red social de moda, basada en voz, que crece como la espuma en todo el mundo. Por un lado, se ve aupada por el espejismo de la exclusividad (de momento solo se accede por invitación y solo está disponible para iOS) y por otro, por el mágico poder que la voz ha recuperado en los dos últimos años, gracias a los podcasts sobre todo, que se han colado con fuerza entre los hábitos de entretenimiento de los usuarios digitales.

 

¿QUÉ ES EXACTAMENTE CLUBHOUSE?

 

Clubhouse es la aventura en forma de red social de Paul Davison y Rohan Seth, “hijos” de Silicon Valley, que hace justo un año, cuando todos nos preparábamos para el largo confinamiento, lanzaron una app-red social para reivindicar valores como el respeto, la relevancia del contenido y el audio como poder transformador en la era digital.

Clubhouse es un espacio virtual desde el que accedes a salas (rooms) donde se producen conversaciones sobre los temas más variopintos, como si fueran tertulias de radio a la carta, con dos, tres, cuatro o más personas hablando y un “auditorio” (o no) escuchando. Lo interesante es que la audiencia también puede participar si pide la palabra y el moderador le da paso. Atención, esto es importante, la moderación, de momento, es la clave del éxito.

 

¿DE QUÉ SE HABLA EN CLUBHOUSE?

 

Así explicado, las posibilidades parecen infinitas. En Clubhouse se puede hablar de cualquier cosa: cocina, música, política, negocios, crecimiento personal, marketing, arte contemporáneo, videojuegos… Puedes crear tu propia room, moderarla e invitar a quién te apetezca para charlar, o hacer un monólogo y que los demás escuchen, generar ambientes distendidos de conversación, contar cuentos, o historias de miedo, hacer un concierto o, si eres una celebrity, juntarte allí con tus fans para que te pregunten o se sientan atendidos por su ídolo. Esto es algo que Twitch viene desarrollando ya desde hace tiempo, recordemos que la etiqueta “charlando” en la red social de Amazon no deja de crecer semana a semana. Si algo le faltaba al formato podcast (tampoco era necesario, ojo) era combinar ese contenido relevante con la inmediatez y urgencia que provee la radio, por ejemplo. Con Clubhouse, podrás desarrollar tu podcast en directo o hacer un concierto, y eso le otorga valor como herramienta de comunicación. De nuevo, fijémonos en el fenómeno Twitch.

Ahora bien, como cualquier red social que se precie, a medida que su uso se extienda, se reproducirán los problemas que afectan a cualquier otra red social. La moderación total es imposible y allí se escucharán todo tipo de conversaciones malsanas, como ocurre en Twitter, se contarán mentiras, como ocurre en Facebook, o la gente se dedicará a “posturear” como ocurre en Instagram. Para evitarlo, los moderadores deberán ser estrictos, pero también cercanos, empáticos y concienzudos. Pero, ¿qué pasará cuando empiecen a emitir usuarios poco estrictos, cercanos, empáticos o concienzudos? Pues eso, que al final los usuarios tendrán la posibilidad de sumarse a aquellas conversaciones que, por la razón que sea, realmente les interesen. Sean estas más o menos respetuosas con tu forma de pensar.

 

¿ES LA VOZ TAN PODEROSA COMO PARECE?

 

Tiene gracia que Clubhouse pretenda volver al origen, al audio. Recuerdo con nostalgia freak aquel fantástico producto de los 90 que era el Party Line. Llamabas a un teléfono, de tarificación especial (desde el fijo) y charlabas con quién sea que estuviese al otro lado. Podías hablar con grupos de hasta 10 personas que no conocías de nada. Era todo muy futurista y novedoso y a los preadolescentes de entonces nos picaba la curiosidad (recordemos que el IRC aun no era tan popular como sería más tarde y que no existían chats del tipo Messenger o similares). El caso es que llamabas, pese a los altísimos costes por minuto y en pesetas que tenía aquella broma. Allí la gente entraba a lo mismo que hoy se entra a cualquier red social, a conocer gente, a hablar, ligar, insultar o, sobre todo, por pura curiosidad. Es evidente que la voz es poderosa, lo ha sido siempre, existiese o no la radio, existiese o no el teléfono. Escuchar y mantener una conversación con alguien es una de las experiencias humanas más gratificantes.

 

¿QUÉ FUTURO CERCANO LE ESPERA A CLUBHOUSE?

 

Existen muchas incógnitas aun sobre el futuro inmediato de Clubhouse. Si quieren crecer deberán desarrollar la aplicación para Android, y liberar su acceso para que no haga falta la invitación. Llegará a todo el mundo y será masivo más pronto que tarde, pues se corre el riesgo de explotar el globo antes de que podamos jugar con él.

La estrategia de sus creadores pasa por construir un espacio de conversación amable y respetuoso, enriquecedor para sus usuarios, algo que lógicamente se ha ido perdiendo en otras redes sociales “tradicionales”. Pero, ¿serán capaces de conseguirlo? Me puedo imaginar a los “jefes” pensando cómo van a hacer esto, qué tipo de controles van a crear, y descartando la remota posibilidad de que las personas se vayan a autogestionar, que se van a respetar, y aportarán solo contenido de alto valor para otros usuarios. Lo siento, no parece posible que entre todos construyamos allí un oasis de cultura y buen rollo estupendo. No es tan fácil.

 

BRANDED “LIVE” CONTENT y ATC, CLAVES PARA LAS MARCAS

 

Por último, ¿qué puede aportar una marca en Clubhouse? ¿Puede mejorar su relevancia colándose en estos chats? Seguro que sí. Es fácil imaginar a marcas promoviendo intensos debates sobre el futuro tecnológico, por ejemplo, ofreciendo contenido que ayude a plantar un huerto urbano o que te sea útil para entender cómo montar tus muebles en casa. De nuevo observamos que el contenido relevante será clave puesto que que lo que no interese será descartado rápidamente por la audiencia. Como siempre, esta audiencia tendrá miles de opciones disponibles y si algo, una room determinada, le aburre, no le aporta nada o le parece promocionera, se largará a otra parte.

Otro de los filones será la atención al cliente. Hoy, más de la mitad de los usuarios de redes sociales admiten ponerse ya en contacto con las marcas a través de las redes sociales para tratar incidencias de servicio, gestionar problemas de facturación o exponer cualquier duda sobre el producto. En muchos casos, las redes sociales superan ya a los canales tradicionales de atención al cliente o las visitas al punto de venta. Así pues, ¿qué tal salas de conversación en Clubhouse con personal especializado en atención al cliente, disponible 24 horas para solventar cualquier duda o incidencia? Es posible, es necesario. Si nuestras redes sociales son espacios de conversación con usuarios y clientes, Clubhouse tiene sus posibilidades para las marcas.

Y falta por ver el espacio que ocuparán también los Spaces de Twitter en este terreno ignoto del audio como herramienta de interacción. Hace tiempo que escuchamos hablar de esta utilidad audio de la red social del pajarito y poco a poco vamos conociendo algunos detalles. Pero esto lo dejamos para otro artículo. Que también resulta muy interesante.

 

 – Nacho Serrano –

Head of Social Media