Es innegable que estamos sometidos a una gran cantidad de información y que en muchas ocasiones no se aprovecha de una forma productiva o incluso esta sobrecarga conduce a una falta de orientación y de perspectiva sobre lo que es verdaderamente relevante para nuestra organización.

La inteligencia competitiva se define como “un proceso sistemático de obtención, análisis, interpretación y comunicación en tiempo oportuno de toda aquella información relevante para la compañía, con el fin de facilitar y optimizar los procesos de toma de decisiones de la Dirección en respuesta a sus necesidades de conocimiento y en apoyo de sus operaciones”.

Precisamente por eso toma sentido la inteligencia competitiva, como una función de apoyo a la decisión, lo que ofrece la posibilidad de resolver situaciones cada vez más complejas en un entorno global.

Pero ¿acaso no es en cierta forma la inteligencia competitiva muy popular? Porque… ¿quién no ha buscado información sobre sus clientes y competidores en el ámbito tecnológico para tener mayor conocimiento de su realidad y de sus posibilidades? La novedad de estos últimos años es que la inteligencia competitiva surge ahora como una nueva disciplina normalizada y estandarizada, gracias a la disponibilidad de más información, la facilidad de acceso y la existencia de herramientas de análisis que nos dan más conocimiento sobre nuestra realidad.

Así es que, la inteligencia competitiva se convierte en un proceso sistematizado para tomar decisiones, abandonando la intuición o reforzándola en la mayoría de los casos, para la mejor dirección de un equipo u organización. Y afirmamos que proporciona un “apoyo”, ya que no sustituye la decisión ni el resto de funciones de la empresa.

Por ejemplo, si el producto o los servicios no son competitivos, los procesos de elaboración son inadecuados o las estrategias empresariales se fundamentan en apreciaciones erróneas, la inteligencia no puede resolver estos problemas. Aunque sí puede ayudar a analizar la situación y a explicar los porqués y sus implicaciones, a señalar alternativas o a establecer recomendaciones.

También nos ayuda a “anticipar”, para una mejor planificación de las actuaciones en un entorno más y más competitivo, y a “reinventar”, para adecuarnos a las nuevas exigencias de la sociedad de la información y el conocimiento, y además puede apoyar nuestra toma de decisiones en el marco del branding y las comunicaciones de marketing.

¿Qué nos ofrece la Inteligencia Competitiva?

En definitiva, éstas son algunas de las razones por las cuales la Inteligencia Competitiva es imprescindible en tu organización al permitir:

  • Anticiparse a los cambios del entorno
  • Aumentar el control sobre el entorno competitivo
  • Innovar el producto o modelo de negocio
  • Identificar nuevas oportunidades
  • Aumentar la eficiencia y la eficacia en el tratamiento de la información externa
  • Ahorrar dinero gracias a la inteligencia competitiva
  • Reducir el riesgo
  • Eliminar la sobrecarga informacional
  • Adoptar decisiones más eficientes
  • Generar y adquirir conocimiento

¿Se te viene a la cabeza alguna razón más?