Entre sus capacidades debe destacar la versatilidad, la capacidad de diseñar, la conceptualización y el thinking creativo así como la capacidad comunicativa.
Se puede confundir con un artista o con un diseñador, pero en realidad es un comunicador con aptitudes creativas y estéticas.
Un director de arte idealmente, es amante de los detalles, deber tener buen gusto para exigir la perfección visual, sabe administrar los soportes y armonizar los elementos con los que cuente. Conoce muchas técnicas, es observador, sabe utilizar referencias y conoce la importancia de la investigación previa en cualquier trabajo que deba realizar. Es capaz de gestionar proyectos y coordinar personas.
Para que pueda desarrollar su labor adecuadamente debe comprenderse la importancia y la necesidad de esa investigación, y el hecho de cuidar los detalles no es algo que pueda llevarse a cabo en 5 minutos, cuidarlos supone un trabajo fino, exigente, que suponga grandes oportunidades de triunfar.
El director de arte lo mismo puede desarrollar un logo, una web, una campaña en redes sociales, un spot de televisión o diseñar un evento, partiendo de sus conocimientos (aplicando las técnicas idóneas) y participando en todas las partes del proyecto. Es posible que no sea experto en todas, pero sabe procurarse un entorno de personas especialistas en cada campo y sabe guiarlas para conseguir que el resultado final sea perfecto. Por ejemplo, para realizar una gráfica el director de arte puede elaborar materiales pero además, necesitará un fotógrafo, un retocador y un artista 3d a los que guiar en el proceso. Aunque luego sea él quien integre todos los trabajos en una pieza final, lo más probable es que no se encargue en exclusiva de cada parte. Incluso puede que esa pieza final no sea terminada por su mano. Por ejemplo en el caso de un vídeo en el que ha participado durante todo el proceso (lectura de briefing, thinking, storyboard, selección de actores, el vestuario y sus colores, los fondos, atrezzo, supervisión del rodaje, revisión de las animaciones y montaje del vídeo) no será él quien edite la pieza final.
Por lo tanto, no es una persona que se dedique sólo a la producción, sino que también debe estar presente en cada una de las partes del proceso, siendo fundamental tanto en el inicio como en los pasos intermedios y el final. Lo ideal es que asista a la presentación de ideas ante el cliente junto con su pareja creativa y el director creativo.
En algunos casos, en equipos pequeños, debido a que las tareas de diseño y supervisión llevan mucho tiempo, el copy, que es el experto del lenguaje, y que ha justificado de manera racional las ideas a presentar, será quién realice las presentaciones.
En cada agencia se trabaja de una manera y se atienden a unas necesidades diferentes. Hay directores de arte que inician los proyectos junto con su copy y la supervisión creativa del Director Creativo y una vez decidida la línea a seguir, marcan el camino y la guía visual, y los diseñadores y especialistas de producción se encargan de continuar su trabajo. Sin embargo, hay otros directores que en ausencia de un departamento de producción deben encargarse de generar las ideas y la producción de las mismas.
En publicidad, en el área de creatividad, lo normal es encontrar personas llenas de ideas y con capacidad para llevarlas a cabo. El equipo es sumamente importante: la dirección creativa, la gestión de cuentas, la estrategia, los creativos, los compañeros de producción… y una relación adecuada entre ellos será sinónimo de grandes proyectos y grandes éxitos. Sólo hay que contar con un buen briefing, una buena gestión de los tiempos y la participación en todas las partes del proceso.
Y tú, ¿ a qué esperas para poner tu proyecto en manos de una dupla creativa?