Uno se convierte en agente doble, una especie de manager arbitral entre ambos lados… es algo así como mediar entre dos grandes amigos, no le quieres fallar a ninguno, y de ti depende que se interprete correctamente lo que uno quiere y el otro puede ofrecer.
Se tensiona a los compañeros de forma interna para conseguir los objetivos del cliente y estos piensan que tienes el síndrome de Estocolmo… pero no es sino que tenemos muy integrada la filosofía customer centric. Toda una estrategia orientada al eterno reto de la fidelización.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]El marketing relacional ha pasado a sustituir a la fabricación impersonal de un producto o servicio para orientarse hacia el cliente. Este planteamiento se ha convertido en algo fundamental y totalmente necesario si quieres entender a tu cliente como a un amigo, aunque no solo de la amistad vive el hombre… por eso también es importante, en el caso de que tu cliente quieres que siga siéndolo.
Si ya el mundo de la publicidad y el marketing online es complicado (generar los resultados que el cliente espera no es fácil) en el actual entorno aún más, porque con un marco tan competitivo y una oferta tan variada, los clientes son más exigente y la venta se ha hecho más compleja. Estar en esa pequeña isla justo en medio de ambos mundos es difícil pero muy enriquecedor.
Sin duda, uno de los mayores riesgos que conlleva este puesto, es perder la objetividad y posicionarse claramente en uno de los lados. Sea el que sea, no es recomendable, hay que tratar de evitarlo.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Si nos posicionamos demasiado en el lado del cliente, perderemos el foco de agencia que nos confiere el valor cualitativo de “asesoría” que hizo que el cliente se decidiera dar el paso de trabajar con nosotros. Si lo hacemos del lado de la agencia perderemos la capacidad de mimetizarnos con el cliente y entrar a formar parte de su equipo para entender mejor el negocio… Así que nuestra meta pasa por mantener la objetividad para ofrecer una buena atención al cliente.
Si tuviera que definir los requisitos que debe reunir un buen responsable de cuenta serían estos:
- Actitud positiva y capacidad de intermediación.
- Gran sentido de la responsabilidad.
- Formación suficiente para poder transmitir al cliente los servicios o productos que pueden ayudarle a alcanzar sus objetivos.
Adquirimos una “agilidad de cintura” que nos permite ser flexibles, aprendemos mucho de ambos lados y evolucionamos tanto en el ámbito profesional como en el personal al. Este mercado tan cambiante e innovador hace que nos encontremos frente a diferentes situaciones que nos preparan para afrontar todos los cambios que estén por venir.
Cada día es un reto en el camino de la fidelización y el engagement.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]