Con internet, hemos asistido al desmantelamiento y transformación de industrias enteras. Todos los sectores se han visto afectados por la irrupción del digital, sólo las empresas con flexibilidad y visión para adaptarse han podido sobrevivir.  Hay un sector que ha crecido exponencialmente sin variar su estructura y modelo de negocio: la educación superior.  En 1995, el 25% de estadounidenses tenían estudios superiores, hoy es el 35% (en España es el 37%, 15 puntos más que en el año 2000). Con la desindustrialización de Occidente, la universidad se convertía en un paso necesario entre las familias de clase media para poder competir en una sociedad de servicios.

En Estados Unidos, el programa de préstamos para estudiantes supone cerca del 10% de toda la deuda del pais .  La tuition, alimentada por el crédito del gobierno, no deja de subir hasta ahogar en deuda a miles de familias. En la UE, con el prestigio de sus universidades en decadencia (sólo una de ellas en el top 50), la universidad  se convierte en un rito de paso.

La universidad tradicional ha visto cómo la enseñanza online ha crecido con la premisa de ofrecer a menor coste (monetario y de tiempo) una formación equivalente con las universidades online y los cursos especializados de libre acceso.

La universidad online ha encontrado en los masters un enorme recurso que ofrecer a profesionales interesados en mejorar sus oportunidades en el mercado laboral sin necesidad de abandonar su trabajo y con precios más competitivos.

La enseñanza libre online (Coursera, EdX) ofrece hoy miles de cursos, que cubren lagunas de conocimiento y son impartidos por reputados profesores y profesionales.

Hasta febrero, las universidades se sentían seguras: lo más valioso era el prestigio y la red de relaciones de sus universidades. En marzo de 2020 se suspendieron las clases a escala global. Nassim Nicholas Taleb avisaba:

 

En verano, las universidades retomaban su campaña de pago del nuevo curso, online, sin por ello reducir su coste. Anulaban uno de sus dos puntos principales de venta: la red de contactos de la universidad.

Los nativos digitales se enfrentan al sistema universitario, que es contrario a su experiencia “freemium”. Siempre han tenido acceso a todo tipo de información a coste mínimo y bajo demanda. Ahora se les pide que empeñen su estabilidad financiera y años de vida con la promesa inestable de mejores oportunidades.

Si consiguen superar este año de incertidumbre, el prestigio de las universidades habrá sobrevivido a su mayor amenaza. Pero si la enseñanza online se confirma como una forma válida de aprendizaje y mejora de oportunidades,  estaremos ante una nueva era donde una conexión de internet y una fuerte disciplina producirán a los mejores profesionales.

 -Jorge Antonio-